viernes, 21 de enero de 2011

2. La Rábida


MONASTERIO DE LA RÁBIDA

Este pequeño Convento Franciscano es el icono indiscutible de uno de los acontecimientos más trascendentales de la Humanidad. Aquí se forjó el hecho más relevante del segundo milenio de la Era Cristiana: el descubrimiento y cristianización del continente americano. Un episodio que marcará un antes y un después en la Historia.
 Dentro de sus muros, la perfecta sintonía de ideas entre Colón, Fr. Antonio de Marchena y Fr. Juan Pérez, hizo posible una de las epopeyas mas transcendentales de la Humanidad. El Monasterio de la Rábida no es importante por la grandiosidad de su arquitectura, ni su rico patrimonio artístico. Se trata nada más que de un pequeño convento de la Reforma Franciscana de principios del S. XV. Es sin embargo, uno de los más significativos monumentos históricos. Está declarado primer monumento histórico de los pueblos hispánicos. El tercero, en España, que mereció la declaración de Monumento Nacional, en 1856. Y pocos, con más merecimientos que éste, para ser declarado patrimonio de la humanidad.

El monasterio se encuentra al suroeste del casco urbano de Palos de la Frontera muy cerca del océano Atlántico. Está situado en un pequeño cerro, cerca de la desembocadura del río Tinto, donde éste se une con el río Odiel conformando la ría de Huelva.

Erigido en los siglos XIV-XV, sobresalen por su interés artístico la iglesia gótico-mudéjar, las estancias decoradas con frescos de Daniel Vázquez Díaz, el claustro y el museo, donde se conservan numerosos objetos conmemorativos del Descubrimiento de América y una escultura de la advocación mariana bajo la que se encuentra el convento, Nª Sª de los Milagros o Santa María de la Rábida, imagen de estilo gótico del siglo XIII aproximadamente, realizada en alabastro.
El monasterio tiene 2.000 m² de extensión y es de planta irregular. A lo largo de sus más de quinientos años de historia ha sufrido modificaciones, sobre todo a raíz del terremoto de Lisboa de 1755. En él se hospedó Cristóbal Colón años antes de partir hacia el Nuevo Mundo, cuando aún se encontraba preparando su proyecto. Pero la importancia de este monasterio no tuvo lugar hasta el siglo XV, estando íntimamente ligada al descubrimiento de América y su cristianización. El mismísimo Cristóbal Colón llegó a este monasterio en 1485, donde se alojó y planificó su primer viaje a América ayudado por los franciscanos (especialmente Fray Antonio de Marchena y Juan Pérez), quienes le pusieron en contacto con los Reyes Católicos (que financiarían la expedición) y con el almirante Martín Alonso Pinzón. En este monasterio se encuentra enterrado Martín Alonso Pinzón, que falleció a los pocos días del regreso del primer viaje colombino. Asimismo, al regreso de alguna de sus expediciones de conquista, llegaron a este cenobio franciscano Hernán Cortés, Gonzalo de Sandovaly Francisco Pizarro. Por estas razones forma parte destacada del itinerario histórico artístico conocido como los Lugares colombinos.
Juan Ramón Jiménez se trasladó a la casa museo de zenobia en 1883 a la edad de dos años. En ella vivió hasta los veinte años, momento en el que murió su padre.
Buena parte de la producción literaria del “Andaluz Universal” se centra en este ámbito familiar, según escribe el propio poeta:
"es la que llenó de experiencia que luego serían entes y sombras de mi niñez y mi primera juventud"








CASA MUSEO DE ZENOBIA

Muelle de las Carabelas de Colon en La Rápida - Huelva
La reproducción de orginal de los 3 barcos Santa María, Ninja y Pinta con aquellos Colon emprendió su primer viaje en el nuevo mundo y el descubrimiento de América en el año 1492.


Juan Ramón Jimenéz desde España a América
En el Monasterio de La Rábida, Colón encontró hospitalidad, comprensión y apoyo. Cuando su ánimo desfallecía, los franciscanos intercedieron por él en la Corte y le pusieron en contacto con los marinos palermos. Los frailes conocían bien la audacia y pericia de estos navegantes. Colón halló entre estos marinos los recursos materiales y humanos que necesitaba, hombres hábiles, valerosos y osados que, con sus carabelas, habían navegado muchas veces por las aguas atlánticas, surcando rutas hasta entonces desconocidas. Eran, sin duda alguna, los hombres que Colón buscaba. Aquellos que creen fortuita y azarosa la elección de Palos como punto de partida de la expedición descubridora, desconocen la historia palerma.
Así, Palos fue cuna del descubrimiento de América y sus hombres fueron protagonistas de la hazaña olombina, hecho importante que trajo expectativas de desarrollo para una España y Europa en expansión comercial y que señala el paso definitivo de la Edad Media a la Moderna.

 
El edificio contiene :
Iglesia
El edificio está compuesto por tres partes principales: la única nave principal, el presbiterio/capilla mayor y la capilla de Santa María de la Rábida o Nª Sª de los Milagros. Uno de los elementos con mayor antigüedad que se conservan es un arco que da entrada a una pequeña capilla. Se pueden ver algunos frescos originales que son piezas de arte de gran valor. El techo está cubierto por un artesonado en madera policromada de influencia mudéjar, del siglo XIX, realizado por Ricardo Velázquez Bosco, que eliminó la anterior bóveda de cañón, construida en el siglo XVIII. Sobre las paredes hay diez cuadros del pintor Juan de Dios Fernández, del siglo XVIII, con representaciones de la vida de san Francisco. Presidiendo el altar mayor está la escultura de Jesucristo crucificado, del siglo XV, que sustituyó a una anterior destruida durante la Guerra Civil Española. En el lado norte del presbiterio hay una puerta que comunica éste con la actual sacristía, que es de planta rectangular, y está presidida por un Crucificado de León Ortega de 1962, el Cristo del Mayor Dolor. En el muro sur hay una pequeña capilla dedicada a la patrona de La Rábida, la Virgen de los Milagros - Santa María de la Rábida. La iglesia está comunicada con el claustro de la portería por medio de unos arcos de clara influencia almohade.

Claustro mudéjar

De estilo mudéjar, data del siglo XV y es el conjunto del monasterio que mejor se conservó tras el terremoto de Lisboa. En el siglo XVII fue ampliado con otro piso construido con almenas para la defensa de las invasiones piratas. En sus cuatro galerías bajas se conservan algunos trozos de la primitiva decoración mudéjar del siglo XV, pintados al fresco, y que fueron completados en restauraciones posteriores al seísmo. En el segundo piso hay una exposición permanente de maquetas a escala de las tres carabelas: La Pinta, La Niña y la Santa María.
En los laterales de este claustro se encuentran la Sala de las Conferencias y el refectorio histórico. La Sala de las Conferencias es el lugar donde la tradición indica que tuvieron lugar los encuentros de Colón con fray Juan Pérez, donde le habría confesado los pormenores y secretos de su proyecto. El refectorio es una sala rectangular con un púlpito encalado para la lectura; en él se encuentra un crucificado de estilo románico, datado a comienzos del siglo XIV, además de varios lienzos de épocas diversas.

Sala capitular

Es una sala rectangular y amplia de aspecto recoleto y sencillo. Popularmente se le ha dado el nombre de “Celda del padre Marchena”. Se trata de la celda más grande del monasterio; algunos colombinistas sostienen que en esta sala podrían haber tenido varias de las conversaciones de la Rábida, tanto con fray Antonio de Marchena como con Pinzón o el físico de Palos Garcí Fernández. Se reconstruyó en el XVII. Tiene un buen artesonado que data del siglo XVIII; asimismo completan la sala varias obras de arte ambientadas en los personajes históricos del descubrimiento: Colón, fray Antonio de Marchena, Martín Alonso Pinzón, Vicente Yáñez Pinzón, y otros. En 1992, durante la Celebración del V Centenario del Descubrimiento de América, fue utilizada como sede de un consejo de ministros presidido por el rey Juan Carlos I.


Otras dependencias

  • La biblioteca guarda documentos y objetos de valor histórico, como una copia del mapamundi de Juan de la Cosa en el que aparece por primera vez la costa americana.
  • Existe una sala donde se exhiben las banderas de cada uno de los países americanos y una arqueta que contiene tierra procedente de dichos países.
  • Alrededor de un pequeño patio adornado con numerosas plantas y flores, se encuentran unas salas decoradas con frescos en colores pastel, obra del pintor español Daniel Vázquez Díaz, realizadas en 1930. Los temas de estas pinturas discurren en torno a la llegada de Colón a La Rábida, su expedición descubridora, la partida del puerto de Palos y demás hechos históricos. El estilo de las pinturas es de un incipiente cubismo recién aprendido por el autor en París.



DIARIO DE UN POETA RECIÉN CASADO
Mientras trabajo en el anillo de oro
      puro me abrazas en la sangre
de mi dedo, que luego sigue, en gozo,
      contigo, por toda mi carne.
¡Que bienestar! ¡Cómo mis fuertes venas
      de ti van, dulces embriagándose,
cual de una miel celeste que tuviera
      la luz en los eternos cálices
Mi corazón entero pasa, río
     Vehemente y noble, bajo el suave
anillo que, por contenerlo, en círculos
     infinitos de amor se abre



Monasterio de la Rábida

Claustro mudéjar






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