viernes, 21 de enero de 2011

3. La Guerra Civil

La Guerra Civil Española fue un conflicto bélico que se desarrolló entre 1936 y 1939, que estalló con un fallido golpe de estado de un sector del ejército contra la Segunda República Española (1931-1939) y concluyó con la victoria de los rebeldes y la instauración de un régimen dictatorial comandado por el general Francisco Franco.
Una de las causas de la Guerra Civil española fue la diferencia entre la clase alta y baja que se dividía en dos bandos la derecha y la izquierda.
Esta guerra provocó la destrucción de las estructuras estatales de la Segunda República española, dividiéndose la contienda entre el bando nacional, el comandado por un grupo de generales y el bando republicano, en manos de comités obreros que eran organizados por partidos y sindicatos.

Consecuencias:
·         Hubo una gran cantidad de muertos, represión y una posguerra con hambre, epidemias y reducción de la natalidad.
·         Destrucción de la industria nacional, daños graves en las infraestructuras de comunicaciones y viviendas.
·         Recuperación económica y social de la industrial y la financiera.
·         Fueron afectadas varias generaciones por el sufrimiento prosecuciones y represión por parte del franquismo.

Al inicio de la guerra civil, Juan Ramón junto con Zenobia se alojan en uno de los pisos que Zenobia administraba a niños abandonados que les confirió la Junta de Protección de Menores, pero la situación se hizo insostenible a causa de la economía.
Más tarde, Juan fue obligado a marcharse a los Estados Unidos, Cuba y Puerto Rico con la ayuda de la embajada Española a causa del estallido de la Guerra Civil en julio de 1936.



Jiménez defendía que la poesía como todo lo esencial es eterna, el poeta debe cumplir con su deber y su conciencia, aun que deje de lado su trabajo literario propio de la paz y poniéndose con su ideal.
Durante su estancia en Puerto Rico estuvo dando clases en la Universidad de Puerto Rico.
Desde Cuba Juan Ramón dedicó unas palabras de ánimo a España:

“Madrid ha sido, durante este primer año de guerra, yo lo he visto, una loca fiesta trágica. La alegría, la extraña alegría de una fe ensangrentada rebosada por todas partes; alegría de convencimiento, alegría de voluntad, alegría de destino favorable o adverso. Y este frenesí entusiasta, esta violenta unión con la verdad, habrían decidido desde el primer momento el triunfo justo del pueblo, si la revolución militar no hubiese sido amparada por codiciosos poderes extraños”.

Cuando estaba a punto de morir recibió la noticia de la concesión del Premio Nobel, por su obra, designándose como trabajo destacado de la misma narración lírica “Platero y yo”.
Juan Ramón Jiménez murió en Puerto Rico en mayo de 1958.

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